Sí, lo confieso: padesco de ese síndrome que magistralmente Enrique Vila-Matas describe e ilustra en su novela Bartleby y compañía. Nunca tuve conciencia de ello hasta el término y digestión del mencionado libro (así es, fue prácticamente devorado). Para aquellos que no hayan leido la novela de Vila-Matas cito lo siguiente definición del síndrome de Bartleby: " ... la enfermedad , el mal endémico de las letras contemporáneas, la pulsión negativa o la atracción por la nada que hace que ciertos creadores ... no lleguen a escribir nunca; o bien escriban uno o dos libros y luego renuncien a la escritura; o bien, tras poner en marcha sin problemas una obra en progreso, queden, un día, literalmente paralizados para siempre." . Aplicar esa definición en mi persona pordrá parecer propio de un carácter egocéntrico. Solo digo a mi favor que mi merito consiste en no escribir. Hasta ahora.
Así que ... ¿escribir? Preferiría no hacerlo.
Mi particular tio Celerino fue , en realidad, un cúmulo de cirscunstancias que , por el momento, no enlistaré. Además, mi ferrea desición de no escribir y frenar el impulso creativo que alguna vez tuve, no fue lamentada excepto por una sola persona. Me perdonaran que no dé mas detalles sobre ella pero preferiría no hacerlo. No vaya a ser que se le agravie por abrir la caja de pandora que es este blog.
Así que ... ¿escribir? Preferiría no hacerlo.
Mi particular tio Celerino fue , en realidad, un cúmulo de cirscunstancias que , por el momento, no enlistaré. Además, mi ferrea desición de no escribir y frenar el impulso creativo que alguna vez tuve, no fue lamentada excepto por una sola persona. Me perdonaran que no dé mas detalles sobre ella pero preferiría no hacerlo. No vaya a ser que se le agravie por abrir la caja de pandora que es este blog.
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